FILOSOFÍA PRE-CRISTIANA


FILÓN DE ALEJANDRÍA

(Alejandría 15/10 a. C. – Alejandría 45/50), también llamado Filón el Judío,  es uno de los filósofos más renombrados del judaísmo helénico.)



Según este filósofo, la verdad trasciende la razón humana. Sólo la revelación pone al alcance del hombre la verdad, pero la revelación no puede ser acogida sino con la fe. Desde la razón no es posible llegar a la fe, pero desde la fe, sí es posible el recurso de la razón.
Filón se propone helenizar la revelación bíblica, hacer ver que los textos bíblicos podían ser traducidos en términos propios de la cultura helénica, preparando así el material para la elaboración de una teología basada sobre categorías filosóficas.
Recupera la dimensión trascendente de la realidad descubierta por Platón y durante siglos olvidada. Para él existen realidades distintas de lo sensible y entre ellas la más excelente es Dios, absolutamente incorruptible. Es un Dios creador, un principio trascendente, incognoscible para el hombre e inefable, inexpresable mediante términos humanos. Para Filón, si la inteligencia del hombre no puede aprehender la esencia divina, es porque se encuentra encerrada dentro del espacio y el tiempo. En cambio Dios trasciende esas categorías. Dios está más allá de cualquier posible determinación cualitativa y no podrá nunca ser plenamente conocido, ni expresado. La incognoscibilidad de Dios descansa sobre su absoluta simplicidad, que elimina toda determinación o forma. Si cualquier término empleado sólo designa parcialmente a Dios, hay uno que lo hace de modo privilegiado. El nombre que Dios reveló a Moisés: "Yo soy el que soy". Dios es el Ser por excelencia, el Ser que es y será siempre y que hace que todas las demás cosas sean.
El pensamiento de Filón, tanto en su planteamiento como en algunas de sus soluciones, anticipó la posterior filosofía cristiana.